La novela explora cómo los eventos de la Guerra Civil y la dictadura franquista continúan afectando a las generaciones posteriores. Álvaro y Raquel, los protagonistas, llevan consigo el legado de sus familias, quienes tomaron caminos opuestos durante la guerra. Sus vidas, aunque distantes, se conectan a través de secretos guardados durante décadas, mostrando cómo el pasado influye en el presente.

Almudena Grandes subraya la importancia de la memoria histórica para sanar las heridas del pasado y construir un futuro más justo. Álvaro busca la verdad sobre el oscuro legado de su padre para entender su propia identidad, mientras que Raquel encuentra en la historia de su familia exiliada una fuente de identidad y compromiso. La búsqueda de la verdad y la justicia se convierte en un motor de cambio para ambos personajes.

En medio del trasfondo histórico, surge una historia de amor entre Álvaro y Raquel. Ambos, marcados por sus pasados familiares, se encuentran en un presente complejo. Su relación se desarrolla con la dificultad de integrar las heridas del pasado y la necesidad de construir un futuro juntos. A través de su amor, Grandes plantea la posibilidad de la reconciliación y la esperanza en un futuro mejor.