La familia Morales, a pesar de sus diferencias y conflictos internos, se mantiene unida ante la adversidad. La llegada de Simonopio, un niño misterioso que aparece en el rancho familiar, pone a prueba los lazos que los unen, pero también les enseña el verdadero significado del amor incondicional y la aceptación.

Las abejas, que acompañan a Simonopio desde su llegada, no son solo un elemento mágico, sino que representan la profunda conexión del ser humano con la naturaleza. A través de ellas, Simonopio se comunica con el mundo y encuentra su lugar en él, demostrando la sabiduría y el poder que reside en el mundo natural.

La novela explora la idea del destino como una fuerza invisible que guía la vida de los personajes. Desde la llegada fortuita de Simonopio hasta los eventos históricos que impactan sus vidas, Segovia nos invita a reflexionar sobre cómo las circunstancias, a veces inesperadas, pueden moldear nuestro camino.