En lugar de buscar cambios drásticos, Clear sugiere que mejorar un 1% cada día puede llevar a un progreso significativo a largo plazo. Este enfoque se basa en la acumulación de pequeños cambios, como leer una página más al día o reducir una porción de postre, que con el tiempo resultan en grandes mejoras.

Clear descompone la formación de hábitos en cuatro pasos: señal, anhelo, respuesta y recompensa. Comprender este ciclo permite identificar los desencadenantes de nuestros hábitos y proporciona las herramientas necesarias para modificarlos. Este conocimiento es crucial para transformar hábitos negativos en positivos.

El entorno juega un papel crucial en la formación de hábitos. Clear enfatiza la importancia de diseñar un entorno que facilite los buenos hábitos y dificulte los malos. Esto puede incluir acciones simples como dejar las zapatillas de correr a la vista o guardar las galletas en un lugar menos accesible, haciendo que los buenos hábitos sean más fáciles de seguir.