El autor explora cómo la revolución tecnológica y la inteligencia artificial podrían crear una nueva clase de humanos "innecesarios", transformando fundamentalmente la estructura social y económica que conocemos. La automatización y los algoritmos podrían reemplazar no solo trabajos físicos sino también cognitivos, planteando preguntas sobre el propósito y valor de la humanidad.

Harari analiza cómo los avances en biotecnología, ingeniería genética y tecnología digital están llevando a la humanidad hacia una búsqueda de poderes tradicionalmente asociados con los dioses: la inmortalidad, la creación de vida y el control total sobre nuestro entorno y destino.

El libro examina cómo los sistemas políticos y sociales actuales podrían verse amenazados por el surgimiento de tecnologías que conocen mejor a los individuos que ellos mismos, cuestionando conceptos fundamentales como el libre albedrío y la autodeterminación.